Una vida ilustrada
La vida del científico francés Louis Pasteur (1822-1895) --quien fuera químico, bacteriólogo, microbiólogo, enólogo, médico-- estuvo repleta de aportes revolucionarios que cambiaron el conocimiento de su época en muchas áreas. No solo contribuyó con nuevas ideas y ayudó a refutar otras equivocadas, sino que utilizó la ciencia para dar solución a problemas concretos que afectaban a la salud de las personas y a las industrias.
La pasteurización, que hizo que los alimentos fueran más seguros para el consumo y con vida útil más prolongada; y vacunas contra enfermedades de animales y humanos que salvaron millones de vidas, son solo parte de su legado. Consciente de la importancia del progreso científico, pocos años antes de su muerte fundó el Institut Pasteur de París que entre sus cometidos tenía "el estudio de las enfermedades virulentas y contagiosas" y el desarrollo de vacunas. Además, motivado por la idea de que "la ciencia no conoce ningún país porque el conocimiento pertenece a la humanidad", su proyecto se extendió a otros países para crear una red global de institutos que continua hasta hoy.
A 200 años de su nacimiento, el Institut Pasteur de Montevideo --uno de los 32 miembros de la red mundial-- rinde homenaje al científico y su legado a partir de una serie de ilustraciones creadas por Alfonso Rosso que recorren mojones de la prolífica vida de Louis Pasteur que pueden encontrarse en esta página y que también forman una exposición itinerante destinada a la divulgación.
Los hitos de la vida del científico se presentan aquí como noticias de tapa de la revista ficticia "El Pasteuriano", inspiradas en la relevancia que tuvieron los aportes de Pasteur en su época, que con frecuencia ocuparon páginas de diarios.
Invitamos a recorrer las siete tapas de "El Pasteuriano" para conocer más sobre el legado de Louis Pasteur, quien siendo químico también contribuyó como microbiólogo, enólogo y médico:
Idea y producción: Daniela Hirschfeld y Sabrina Cittadino, Unidad de Comunicación del Institut Pasteur de Montevideo.
Ilustraciones: Alfonso Rosso.